Acabo de aterrizar tras un sabático de tres meses en Australia. La verdad es que la estancia me ha venido muy bien para oxigenar el cerebro, que es algo que siempre le viene bien a un investigador, y ver las cosas con otra perspectiva. También me ha servido para comparar métodos de corrección atmosférica en imágenes hiperespectrales.
El primer mes lo pasé en el Pye Lab, invitado por el
Dr. Alex Held, responsable del grupo de teledetección terrestre en el CMAR del
CSIRO y director de
AusCover TERN. El
Pye Laboratory es un laboratorio del
CSIRO Marine and Atmospheric Research, situado en el campus de Black Mountain en Camberra, Australia, cerca de la ANU (Australian National University). Es un laboratorio pequeño, situado en un edificio de tres plantas de hormigón, madera y cristal. El laboratorio fue construido en 1966 con una con una donación de Fred Pye, un rico ganadero local, y diseñado por Ken Woolley of Ancher, Mortlock, Murray y Woolley, una firma de arquitectos de prestigio. Se trata de un edificio con oficinas, laboratorios y salas de reuniones organizados alrededor de un patio central. La estética exterior de los sesenta, puede que ahora un poco pasada de moda, da paso a un edificio luminoso y agradable, con plantas tropicales creciendo en grandes alcorques dentro de los patios. Muy bonito. La madera y el cristal interior genera un ambiente de trabajo muy agradable. Aunque, tal y como me contaron los usuarios y yo comprobé, el edificio tiende a ser poco eficiente energéticamente. Vamos, que es frío en invierno y caluroso en verano, y seguramente gasta mucho en calefacción y aire acondicionado.
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Patio central del Pye lab |
Me sorprendió averiguar que el edificio contaba en su sótano con un
tunel de viento, pero quizá no sea tan extraño si tenemos en cuenta que es un laboratorio de ciencias atmosféricas y marinas. No es un centro muy grande, calculo que una docena de investigadores en plantilla. Los despachos de los investigadores se distribuyen en la segunda planta alrededor del patio central. En la planta baja, donde me instalé, hay despachos para investigadores visitantes, salas para becarios y laboratorios.
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Trabajando un poco |
Me gustaron distintos aspectos del centro. Uno de ellos, relacionado con la pasión de los australianos por el deporte, es que no se conciba ningún centro de trabajo sin un lugar para vestuarios, taquillas y duchas. O un buen aparcamiento interior para las bicicletas. Mucha gente se desplaza al lugar de trabajo en bici o haciendo "footing" y se considera imprescindible tener un lugar para ducharse y cambiarse de ropa. Me sorprende de nuevo a mi llegada a la EBD que nosotros, en contraste, tengamos los servicios del sótano cerrados con llave (no sea que alguien los use, supongo).
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Aparcamiento de bicicletas, puede ser una idea para nuestro garage |
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¿Por qué ir en bici si se puede ir de otra manera? |
Se trata de un centro, pequeño, como ya dije, para unos pocos investigadores, sin embargo, cuenta con dos cocinas perfectamente equipadas, una en cada planta (cocina, microondas, lavaplatos, platos, cubiertos,...) y un comedor en una zona central acristalada del patio, con mesas y sillas, y un salón para seminarios. De nuevo, contrasta con España, donde la crisis nos está obligando a volver de nuevo al "tuper" y tendremos que seguir fregándolo en los lavabos del servicio. ¡Que se le va a hacer!
El viajar viene bien, aunque solo fuera por ver que otras soluciones son posibles.
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