martes, 30 de octubre de 2012

Regreso al pasado

Iban Ameztoy me manda por e-mail el enlace a la noticia publicada ayer en El País según la cual a Agencia Estatal de Meteorología volverá a cobrar por el acceso a datos meteorológicos. Como en nuestro instituto hay investigadores trabajando en la línea de Cambio Climático y yo mismo he utilizado con frecuencia datos de la AEMET; pienso que es una noticia de interés para muchos investigadores.
Desde el año 2006 la AEMET permitía el acceso libre a sus bases de datos meteorológicos. Yo recuerdo todavía los tiempos, no muy lejanos, en los que había que pagar por cada dato de temperatura y precipitación que se les pedía. A demás del coste administrativo de hacer las solicitudes, estaba el retraso para acceder a la información, y el coste económico que suponía para los proyectos de investigación. El absurdo que siempre me ha parecido que un organismo público, el CSIC, pague a otro organismo público, la AEMET, por unos datos ya pagados por dinero público, nuestros impuestos. El dinero sale de un bolsillo del estado para entrar en otro; pero se contabiliza como inversión en investigación algo que no lo es: "pagar por unos datos que ya tienes". Por otra parte los datos meteorológicos son información ambiental que nuestros políticos deberían garantizar que estuviera a la libre disposición de los ciudadanos, que para eso los pagamos.

viernes, 26 de octubre de 2012

"Open Access", mentiras y cintas de vídeo

Estamos celebrando la semana del "Open Access" 22-28 Octubre 2012, y me  ha parecido oportuno escribir algo sobre el tema. Para a quien esto le suene a chino, tengo que decir que es el sexto año en el que se celebra, y que lo que "Open Access" defiende es el acceso abierto (y por tanto gratuito) a la información científica. Pero, bajo el paraguas del "Open Access", se entienden muchas cosas. Hay intereses para que sea confuso, y me parece buena la iniciativa de PLOS, SPARC y OASPA de elaborar una guía en la que estandarizar la terminología, para distinguir que existen un continuo entre un acceso más abierto y uno menos abierto. Una iniciativa denominada HowOpenIsIt?. Dentro de la acceso abierto hay que distinguir entre si se cobra o no por el acceso a los contenidos, si se permite la reutilización del contenido, cual es el tipo de copyright y a quién se le cede, que derechos tiene el autor para archivar el trabajo, si existe el archivado automático y si el manuscrito está abierto a la lectura automáticas por máquinas. Puede que no lo hubierais pensado antes; pero todos estos son aspectos que influyen en gran medida en la difusión de los conocimientos científicos, y en el fondo en la libertad de la ciencia.

Mentiras: Pero, no es "Open Access" todo lo que reluce. O, aunque sea "Open Access", no deja de haber lobos con piel de cordero. El modelo de "Pay to Publish" tiene sus riesgos, sobre todo cuando la promoción de los investigadores se basa en un modelo de número de publicaciones. Seguro que muchos habéis sido bombardeados por editoriales poco conocidas que se ofrecen a publicar tus artículos, o te ofrecen puestos en comités editoriales para revistas "Open Access". El que este modelo puede estar sujeto a fraudes se descubre cuando, empíricamente se demuestra que un manuscrito absurdo, generado por un ordenador, fue aceptado por una revista de Bentham Science, supuesto que los autores estuvieran dispuestos a pagar por los costes de publicación. Podéis leer la interesante historia completa aquí en el artículo "Nonsense for dollars". En honor a la verdad, hay que reconocer que otras revistas de Bentham si detectaron el fraude en el proceso de "peer-review", y que el editor de la revista implicada terminó dimitiendo.

Cintas de vídeo: No sólo del "Open Access" vive el científico. El sistema tradicional de publicación científica, y la evaluación de nuestro trabajo medido por el número de publicaciones y el impacto de las revistas en las que publicamos tiene muchos defectos. Se publica mucha basura con tal de hacer número. Podéis leer aquí otro post didáctico anterior sobre el tema en el que repaso la función del artículo científico y el papel de las empresas editoriales. Dos aspectos que me gustaría resaltar hoy es todavía la escasa penetración de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en la difusión del conocimiento científico. El éxito de Wikipedia demuestra que son posibles sistemas de organización del conocimiento de manera cooperativa, anónima y desinteresada, generándose un producto que puede llegar a competir en el nivel de calidad con el de las mejores enciclopedias en papel. Todavía falta mucho para llegar a esto en ciencia (al menos en ecología), y algunos de mis colegas, en discusiones con un café o una cerveza en la mano, piensan que es imposible. Yo, sin embargo, pienso que sistemas como Stack Overflow  o Stack Exhange demuestran que es posible organizar la información científica de manera cooperativa con los TICs. Un ejemplo pueden ser las preguntas sobre R dónde se ve como un sistema de evaluación de preguntas y respuestas permite que los buenos recursos terminen saliendo a flote de un potencial mar de "basura" (especialmente si lo comparamos a un simple lista de discusión). Estos sistemas de Stack Exchange consisten en un sistema de discusión basado en el prestigio de los usuarios, donde tanto las preguntas que uno hacen como las respuestas que los usuarios dan son evaluadas, y los usuarios ganan prestigio con este sistema, si hacen buenas preguntas y dan buenas respuestas, en base a la evaluación de sus "peers". Hay un sistema muy productivo de discusión en SIG; pero no he encontrado todavía nada equivalente en ecología o en biología de la conservación. Otro, es que el sistema de evaluación por pares puede evolucionar y desprenderse de la tiranía de  la revista. Seguro que muchos estamos cansados de mandar artículos a revistas científicas para recibirlos de vuelta con una respuesta del editor del estilo "... el artículo no fue mandado a revisores y no dudamos de su calidad científica; pero se sale del scope de la revista...". Parece que hubiéramos mandado un artículo médico a una revista sobre taxonomía de insectos...; pero todos sabemos leer entre líneas que de lo que se trata es que el editor piensa que tu artículo es poco novedoso, no está dentro de las modas del campo y por lo tanto tendrá poco impacto, y afectará negativamente al impacto medio de la revista. Eso supone que el artículo pasara por 6-7 revistas, será revisado por 2-3 evaluadores en cada una de ellas y seguramente sea publicado al final, con pocas mejoras sobre el original tras un periodo de  1 ó 2 años, si no nos aburrimos. ¿Merece la pena esa perdida de tiempo, trabajo y dinero?.


 La iniciativa de Peerage of Science, de la que fui miembro fundador y de la que en algún momento escribiré un post más extenso, es una apuesta por desarrollar un sistema cooperativo de revisión por pares ("peer-review") en el campo de la ecología. Aquí los artículos son evaluados de forma anónima por pares, independientemente de las revistas, y a su vez las revisiones de los artículos también son evaluadas. De manera que los revisores ganan prestigio con su trabajo. Está en sus inicios, confiemos en que termine funcionando bien.

lunes, 8 de octubre de 2012

El satélite CHRIS-Proba vuelve a proporcionar imágenes

Después de más de una década en órbita el satélite CHRIS-Proba tuvo que dejar de adquirir imágenes el invierno pasado. Sin embargo, una solución de software para su "startracker" (trazador de estrellas) ha permitido el regreso del más veterano microsatélite de observación de la Tierra a pleno funcionamiento tras superar cinco veces su vida programada.
 

CHRIS-Proba adquiridas sobre Doñana y el Tinto-Odiel por el LAST

El LAST solictó en 2006 un proyecto de investigación a la ESA para evaluar el potencial de las imágenes multi-angulares y multi-espectrales de CHRIS-Proba en la cartografía de inundación y vegetación en las marismas de Doñana y del Tinto y Odiel. Desde entonces han sido adquiridas 52 escenas de 14x14 km, con 18 bandas localizadas entre el visible y el Infrarrojo cercano (400-1050 nm) en la configuración de Estudios de Agua a una resolución espacial de 18 m y con 5 ángulos de adquisición.

Falso color de CHRIS-Proba (17-15-9) del 15 de diciembre de 2006 mostrando la inundación en el norte de la marisma de Doñana

Las imágenes de CHRIS han permitido cartografiar la turbidez, la inundación e incluso la presencia del helecho acuático invasor Azolla filiculoides en la marisma de Doñana. Su reactivación permitirá seguir monitorizando el proceso de inundación en Doñana y las características de las masas de agua ahora que la misión Landsat ha dejado de proporcionar continuidad de adquisiciones.

Falso color de CHRIS-Proba (17-15-9) del 12 de mayo de 2007 mostrando en amarillo la invasión de Azolla filiculoides


La 'Operación Eye' trae al satélite CHRIS-Proba de vuelta a la vida

El nuevo software de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) le permite a Proba-1 distinguir entre las constelaciones de estrellas reales para medir la dirección en la que apunta con respecto a los grupos de "puntos calientes" inducidos por la radiación. "El resultado es que startracker Proba-1 está prácticamente rejuvenecido", dijo Frederic Teston, jefe del programa Proba de la ESA. "La misión está de vuelta al trabajo". El Proba (Proyecto de Autonomía a Bordo) fue diseñado para operaciones autónomas cuando entró en la órbita terrestre el 22 de octubre de 2001.
 
El satélite Proba-1 permite adquirir escenas del mismo área desde diferentes ángulos convirtiéndole en el primer sensor con resolución multi-angular.
Los controladores de tierra en el centro de la ESA Redu en Bélgica sólo necesitan proporcionar las coordenadas geográficas de un objetivo terrestre y el microsatélite - más pequeño que un metro cúbico - se dirige a la posición adecuada, permitiendo adquirir imágenes multi-angulares (mismo lugar observado desde diferentes ángulos). Su agilidad se debe a su Cámara Avanzada Stellar (ASC), un instrumento autónomo que utiliza las constelaciones estelares para evaluar la actitud del satélite y la rotación. El problema que llevo a Proba a la hibernación en enero de 2012 fue debido a los años de bombardeo continuo de partículas cargadas del espacio que acumulaban puntos brillantes en el CCD lo que camuflaba la ubicación real de las estrellas. "Los falsos puntos se corresponden con píxeles individuales, mientras que las estrellas debido a los efectos de lente suelen ser mayores que 1 pixel", explicó Troelz Denver, profesor asociado de la DTU. "Así que, para empezar, era bastante sencillo distinguir las dos clases". Los efectos de la radiación aparecen con más fuerza en el CCD a medida que aumentan las temperaturas. Así Proba-1 fue puesto en hibernación en enero pasado, cuando la órbita elíptica de la Tierra está más cerca del Sol de forma que la intensidad de la luz solar se reduce un 10%.

Proba-1 fue desarrollado como un satélite exprimental con una vida útil de dos años y actualmente se ha convertido en una misión de observación de la Tierra en funcionamiento. Cientos de equipos de científicos a nivel mundial vieron canceladas las adquisiciones en sus áreas de trabajo. "Hemos mantenido un estrecho contacto con el equipo de la ESA Redu y la misión espacial del contratista principal, QinetiQ," añadió el Dr. Denver. "La solución fue posible gracias a que la cámara ASC es totalmente reprogramable en vuelo". "Se programaron entonces maniobras para disminuir la temperatura del startracker, al tiempo que se adquirían imágenes del instrumento para evaluar los problemas". "Los nuevos algoritmos desarrollados hacen uso del hecho de que la cámara
ASC a bordo del Proba-1 tiene dos visores lo que impide que el Sol o la Tierra bloqueen la vista de las estrellas de referencia". "Ahora cuando uno de los visores tiene dificultades por el bloqueo de las estrellas por los cúmulos de puntos calientes el otro le permite identificar las estrellas de referencia". El algoritmo mejorado también está disponible para su uso en versiones posteriores del ASC implementadas en la misión de la ESA Luna Smart-1, la misión Sun-Monitoring de Proba-2, el satélite de cartografía de la gravedad terrestre GOCE y funcionará en la constelación de satélites Swarm que serán lanzados en breve para cartografiar el campo magnético de la Tierra. La DTU desarrolló originalmente la cámara ASC para el satélite danés Ørsted en la década de 1990. Su característica única es la capacidad de fijar autónomamente su orientación, incluso cuando están fuera de control. El Dr Denver prevé futuras misiones espaciales que vuelen con varias cámaras startracker: "Con más visores a bordo se podrán efectuar las maniobras más complejas".

¿Cuánto nitrógeno hay en las hojas de un eucalipto?


Sí os digo que desde un satélite se puede cartografiar un bosque, pensareis que no estoy diciendo nada nuevo. Si lo que digo es que podemos medir el color del océano y con ello detectar "blooms" de fitoplancton, os parecerá más sorprendente. Pero si lo que insinúo es que podemos medir el contenido en nitrógeno de las hojas de los árboles, pensareis que se me está yendo un tornillo. Es precisamente esto lo que Kara Youngtob y otros investigadores Australianos  muestran que es posible hacer con sensores hiperespectrales aeroportados. En un reciente artículo publicado en Methods in Ecology and Evolution, Kara Youngtob junto con Alex Held,  a quienes visité recientemente en el Pye laboratory, demuestran que esto es técnicamente posible.
Una pequeña introducción al problema es necesaria. Australia es un continente muy viejo, con montañas antiguas y suelos muy lavados con un bajo contenido en nutrientes. Un paradigma de la ecología de este continente es que  junto con la disponibilidad de agua (logico al ser mayormente un desierto) la disponibilidad de nutrientes es lo que determina la distribución de la flora y fauna.  Los bosques australianos, bosques de eucaliptos, tienen una fauna muy diversa de marsupiales folívoros (comedores de hojas). La distribución de estas especies está muy determinada por el contenido, disponibilidad y digestibilidad del nitrógeno en las hojas de eucaliptos. Si uno es capaz de medir la disponibilidad de nutrientes en las hojas de los árboles, puede ser capaz de distinguir bosques importantes para la distribución de mamíferos arborícolas de otros que lo son menos. Todo esto, al fin y al cabo, puede servir para ayudar a la designar áreas de importancia para la conservación. Kara Youngtob y colaboradores nos demuestran en el artículo titulado "Using imaging spectroscopy to estimate integrated measures of foliage nutritional quality" con datos de un vuelo del sensor Hymap en bosques de eucaliptos del sureste de Australia, que es posible determinar con una cierta precisión el contenido en nitrógeno foliar, el contenido de nitrógeno disponible para los herbívoros, y el contenido en materia seca digerible. Es la primera vez que se realizan medidas integradas del contenido en nutrientes de las hojas de árboles usando espectroscopía de imágenes. Como podeís imaginar resulta técnicamente imposible cartografiar el contenido en nutrientes del dosel mediante análisis de laboratorio para todo un bosque. La técnica empleada que combina métodos de delineación de copas de árboles y espectroscopía de imágenes es muy interesante y una aproximación muy prometedora.