miércoles, 15 de febrero de 2012

El precio del conocimiento

Hace unos días llego a mi correo electrónico la noticia de la iniciativa de algunos matemáticos, liderados por Timothy Gower, de iniciar un boicot a la editorial ElsevierElsevier es una importante editorial comercial de revistas científicas. Nunca he sido muy fan de las editoriales comerciales y hace tiempo que sostengo que los científicos debíamos empezar a pensar en nuevas formas de comunicar los resultados de nuestras investigaciones, modernizando un sistema, el de las revistas científicas, que surgió en el siglo XVII. Hoy en día los avances tecnológicos (internet, publicación electrónica, redes sociales) y el Acceso Abierto a la comunicación científica, el llamado "Open Access", permitirían sistemas de difusión del conocimiento científico más justos, democráticos  y eficaces que el actual. Esta iniciativa, junto con los sucesos políticos y sociales acaecidos en los últimos meses, en los que ni la lógica ni la justicia parecen prevalecer, me han llevado a recordar el famoso poema de Martin Niemöller:

"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."

Esto me hace pensar que quizá uno no pueda, una vez más, dejar pasar la ocasión, y aunque yo no sea matemático, y pueda pensar que a mi no me afecta, debo protestar y no guardar silencio. El hecho de que el sistema sea difícil de cambiar no es motivo para acomodarse al statu quo.

Para aquellos que no conozcan como funcionan las publicaciones científicas quizá sea necesaria una breve introducción. Para que el conocimiento se difunda es necesario comunicarlo y los científicos siempre lo han hecho. En los inicios, los investigadores comunicaban los resultados de sus investigaciones por carta a sus colegas. El el siglo XVII surgen las revistas científicas. La primera fue el Journal des sçavans aparecido el 6 de marzo de 1665. Un artículo científico es una publicación en la que un investigador expone los resultados de sus experimentos con suficiente detalle como para que puedan ser verificados o repetidos por otros investigadores en su campo. Los artículos son enviados a una revista científica. El editor de la revista elige dos o más evaluadores expertos en el tema del que trata el artículo y lo somete a un proceso denominado revisión por pares, o "peer-review" en inglés. El editor, en función de las recomendaciones de los evaluadores y de sus propios criterios, decide si el artículo es una comunicación relevante, de interés para la ciencia y para su revista, y en ese caso lo manda a publicar. No todas las revistas científicas son iguales. Primero, hay miles de ellas. Algunas generalistas  como Nature o Science, y otras especializadas en campos científicos minúsculos. Luego, cada una tiene su prestigio. Los científicos de un área de conocimiento tienen una idea más o menos clara del prestigio de cada revista de su área que tiende a estar asociado de manera laxa con algunos indicadores bibliométricos como el índice de impacto. ¿Por qué tiene todo esto importancia?. Porque las carreras de los científicos son evaluadas en función de los artículos publicados y el prestigio de las revistas en las que han sido publicados. Las posibilidades de conseguir una plaza, la promoción dentro de tu carrera, o financiación para un proyecto, dependen de tu curriculum como investigador, y éste a su vez depende del número de artículos publicados y del prestigio de las revistas donde han sido publicados. Hoy en día no se considera prestigioso publicar artículos científicos en un blog.
¿Dónde entran en este juego las editoriales comerciales?.Pues bien, muchas de las revistas científicas son publicadas hoy en día por grandes editoriales comerciales de las que Elsevier, Springer, Wiley-Blackwell o Kluwer  (de hecho esta última recientemente absorbida por Springer) son buenos ejemplos (quizá casi todos los ejemplos serios que hay). ¿Qué función hacen estas editoriales?. Uno podría pensar, ¿Pagan a los autores por publicar, a los revisores por evaluar los artículos o a los editores por su trabajo?. Pues, aunque parezca raro en este mundo capitalista lo normal es que ¡no!. En el ámbito científico se considera que entre tus obligaciones como académico, comprendidas en el sueldo que te paga tu institución (no la editorial), están la de escribir los resultados de tus investigaciones en forma de artículos, revisar los de otros colegas y participar en los consejos editoriales de revistas científicas.
¿Qué aportan entonces las editoriales comerciales?. Bueno, ellas efectivamente aportan un valor añadido a los artículos. Gestionan las revistas, y los manuscritos, hacen las tareas burocráticas para el comité editorial (normalmente hay un editor ejecutivo que es pagado por la editorial), se ocupan de la maquetación, las correcciones de estilo, la impresión, la distribución. No hay que minusvalorar todas estas tareas; pero lo cierto es que las nuevas tecnologías han hecho que los costes de todo esto sean cada vez menores. Hoy en día gran parte de la maquetación del manuscrito la hace el propio autor, y muchas de estas gestiones se hacen mediante programas de software y correo electrónico. Sin embargo, a pesar de este abaratamiento de costes, los precios de las revistas científicas no paran de subir; y parece que los beneficios económicos de estas editoriales tampoco.
¿Quién paga todo esto?. Pues en gran medida todos con nuestros impuestos. En muchas revistas los científicos que publican un artículo tienen que pagar los costes de publicación (de proyectos financiados con fondos públicos). Los revisores y los editores son pagados por las instituciones para las que trabajan (normalmente universidades y centros de investigación, en su mayoría públicos). Finalmente, para leer un artículo, hay que pagar a la revista, o contar con una subscripción. Normalmente las bibliotecas de universidades y centros de investigación (financiadas con fondos públicos) son las que pagan estas subscripciones (no se trata de revistas que puedas comprar en un quiosco).
Te preguntarás ¿sí hay alternativas a las revistas científicas tradicionales (revistas electrónicas) y sistemas más baratos (para la gestión de manuscritos) , porqué no se pasan en masa los científicos a publicar en estos medios fuera de la tiranía de editoriales?. No es tan fácil. La ciencia tiene mucho de tradición y los usos cambian lentamente. El prestigio de las revistas es algo difícil de ganar y sólo se adquiere con el paso del tiempo. Las cabeceras importantes y prestigiosas están en manos de editoriales comerciales (que con las fusiones son cada vez menos actores) que imponen su tiranía de precios y condiciones. Los científicos arriesgan su carrera si intentan salirse del sistema. Si no publicas en revistas de prestigio tienes pocas posibilidades de obtener una plaza fija o de que tus proyectos sean financiados.
Volviendo al principio, cuales son las razones del boicot a Elsevier y porqué Elsevier y no otras editoriales como Springer o Wiley. El boicot fue iniciado por el matemático Timothy Gower con un post en su blog. Esto llevó a iniciar un boicot en http://thecostofknowledge.com/ en el que los firmantes (5990 científicos en el momento que escribo ésto) se comprometen a no publicar, revisar manuscritos y participar en comités editoriales de revistas de Elsevier. ¿Cuáles son las razones para señalar a Elsevier?. Pues bien: (1) Elsevier tiene las revistas más caras, (2) Practican una política denominada "bundling" o empaquetado que consiste en que si tu biblioteca quiere suscribirse a una revista de prestigio se les obliga a suscribirse a un paquete completo con otras revistas mucho menos interesantes (3) Si las bibliotecas intenta presionar para obtener mejores condiciones no tienen inconveniente en cancelar las suscripciones a todas sus revistas, y quizá lo más grave desde mi punto de vista (4) apoyan muchas medidas entre otras la Research Works Acts destinadas a impedir los movimientos hacia el Open Access de la información científica. Una justificación mucho más detallada y en inglés de todas estas razones se puede encontrar aquí
Todas ellas me parecen razones más que suficientes para sumarme al boicot a Elsevier, y de hecho lo he hecho ya. ¿Qué supone eso para mi?. Bueno, hay revistas muy prestigiosas en mi campo, algunas de ellas para las que he publicado o revisado anteriormente las edita Elsevier:  Animal Behaviour, Trends in Ecology and Evolution, Biological Conservation, Remote Sensing of Environment,... un listado completo se puede encontrar aquíRemote Sensing of Environment es un caso especialmente doloroso para el LAST-EBD ya que es el foro natural de nuestra línea de investigación. Pero, no hay que deprimirse, hay alternativas de publicación fuera de Elsevier, y es una iniciativa de David frente a Goliat que merece de mi máximo respeto. Boicotear a todas las editoriales comerciales quizá no fuera viable (aunque cada uno pude extender su boicot tanto como considere adecuado) . Creo que hay que ir haciendo cosas para quitarnos de encima las tiranías y esta es mi aportación en el día de hoy.

2 comentarios:

  1. Excelente entrada, extremadamente didáctica y muy interesante. La recomendaré a mis compañeros estudiantes

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