"Entre todos la mataron y ella sola se murió". Este refrán español viene que ni pintado para introducir el concepto de "Espacio de Operación Seguro" o en la terminología anglosajona "Safe Operating Space" aplicado a la conservación de los humedales mediterráneos, como Doñana. Y viene a cuento, por la reciente publicación del artículo de Andy Green y colaboradores: Creating a safe operating space for wetlands in a changing climate. Frontiers in Ecology and the Environment".
El concepto nos recuerda la campaña del WWF bajo el lema "Doñana se seca" que ha traído a la palestra los problemas de conservación de Doñana, y que siempre puede verse como la botella "medio llena" (se ha ido incrementando la superficie protegida en el Parque Nacional, se han desarrollado programas de restauración como Doñana 2005) o "medio vacía" (se incrementan los regadíos en el entorno, se quiere dragar el Guadalquivir). El artículo de Andy y colaboradores, en el que el LAST-EBD ha participado aportando datos de teledetección, plantea que los impactos en los humedales son acumulativos ,y dado que podemos hacer poco frente a impactos globales como el Cambio Climático, que afectará a los humedales mediterráneos, reduciendo los aportes de agua y aumentando la temperatura, deberíamos tener una gestión local más activa. Está claro que a Doñana hay muchas cosas que la pueden estar matando. Si queremos que no muera tenemos que tomar acciones de conservación más activas, que den más capacidad de respuesta al ecosistema ante los cambios que se avecinan.
El artículo original:
Green, A.J., Alcorlo, P., Peeters, E.T.H.M., Morris, E.P., Espinar, J.L., Bravo, M.A., Bustamante, J., Díaz-Delgado, R., Koelmans, A.A., Mateo, R., Mooij, W.M., Rodríguez-Rodríguez, M., van Nes, E.H., Scheffer, M. 2017. Creating a safe operating space for wetlands in a changing climate. Frontiers in Ecology and the Environment"
Doñana corre riesgo de colapso sin una gestión local más activa
Sin una mejor gestión local, los humedales más emblemáticos del mundo corren el riesgo de colapsar debido al cambio climático. Proteger del cambio climático a humedales de importancia internacional, como Doñana, requiere que se reduzcan las otras amenazas que padecen, como los excesivos aportes de nutrientes de los abonos agricolas o de aguas residuales, y la explotación intensiva de las aguas subterráneas y superficiales.
El Parque Nacional de Doñana es uno de los pocos humedales del mundo que está inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los autores del artículo avisan de que los problemas locales, como el deterioro de la calidad de agua por los aportes excesivos de nutrientes o la explotación intensiva de los acuíferos, pueden exacerbar los efectos de eventos climáticos extremos, tales como sequias y olas de calor, reduciendo la capacidad de los ecosistemas acuáticos para soportar los impactos del cambio climático.
"Demostramos que la gestión de amenazas locales puede expandir el ‘espacio de operación segura’ para estos ecosistemas. Una gestión local inadecuada hace que un ecosistema acuático sea menos tolerante al cambio climático y se reduzca su capacidad de respuesta"
dice el profesor Marten Scheffer, ganador del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación, y director del Departamento de Ecología Acuática y Gestión de Calidad de Agua en la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos.
Los autores examinaron otros cinco humedales de la región Mediterránea inscritos en la lista del Convenio Ramsar de Humedales de Importancia Internacional que ya están muy afectados por la sobreexplotación de los recursos hídricos. Estos humedales, que incluyen las Tablas de Daimiel, sirven como ejemplos de lo que puede pasar a Doñana sin un cambio en la gestión de agua en su entorno. Doñana está sometida a una presión cada vez mayor, tanto debido al cambio climático como a las amenazas locales.
Las marismas de Doñana en el sur de España son el lugar de invernada más importante en Europa de anátidas y otras aves acuáticas, con más de medio millón de ejemplares. Además, Doñana tiene varias especies endémicas de invertebrados y plantas acuáticas, incluyendo planarias y diatomeas. La entrada de nutrientes por el uso de abonos agrícolas y aguas residuales, combinada con la pérdida de aportes de agua por la extracción de agua subterránea, están reduciendo el caudal y la calidad del agua en los arroyos que abastecen sus marismas. El caudal de la Rocina, el arroyo que desemboca en la marisma en El Rocío, se ha reducido a la mitad en dos décadas, mientras la concentración de fósforo en las aguas se ha quintuplicado en los últimos 15 años. Los síntomas de que Doñana ya está afectado por estos cambios incluyen los brotes de algas tóxicas y la expansión de una especie exótica de helecho flotante Azolla filiculoides, lo que pone la biodiversidad natural en peligro. Según los científicos, un aumento de temperatura favorece la expansión del helecho e incrementa la frecuencia de brotes de anoxia y de algas toxicas, causando la muerte de especies autóctonas
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"Al disminuir la entrada de nutrientes y las extracciones de agua, los gestores podrían reducir este riesgo y por tanto aumentar la resistencia de Doñana al cambio climático",
dice el primer autor del artículo, Andy Green, profesor de investigación en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC). Green añade que las medidas contra la eutrofización podrían incluir la reducción en el uso de abonos, la mejoría de los EDARs y el cierre de los pozos sin permiso que reducen los aportes de agua a los arroyos que entran en la marisma.Además, en sus dunas Doñana alberga el sistema de lagunas temporales más importante de Europa, con la formación de más de 3.000 lagunas durante los años húmedos. Pero la extracción de agua subterránea para la agricultura y para el turismo de playa (en Matalascañas) está detrayendo recursos hídricos del sistema y las lagunas tienden a secarse antes que hace 20 años.
"Si estos ecosistemas acuáticos colapsan, podría significar la extinción irreversible de muchas especies",
Según los autores, urge que las administraciones y la sociedad reduzcan las amenazas locales que afectan a los humedales icónicos como Doñana. "La UNESCO está preocupada por Doñana y considera que tiene un grado de amenaza Muy Alta por el deterioro en la cantidad y calidad de agua disponible" dice Andy Green.El artículo pretende, sobre todo, concienciar acerca de las oportunidades para mejorar acciones de conservación efectivas a escala local.